lunes, 15 de octubre de 2012

NBA 2012/2013 - DIVISIÓN CENTRAL

 

Seguimos con el análisis de las diferentes franquicias NBA para la temporada 2012-2013, en concreto la Conferencia Este, le toca el turno a la División Central.
 
- Chicago Bulls:
 
Sin duda la temporada vendrá marcada para los Bulls por la reaparición o no de Derrick Rose durante la misma. Mucho se especula con la fecha de retorno a las canchas de la estrella del equipo e incluso se ha llegado a indicar que podría darse el caso de que no fuera posible hasta la temporada 2013-2014.
 
La proyección, progresión y éxito de la plantilla de Chicago este año vendrá marcada inevitablemente por este hecho.
 
Fuera de ello, las incorporaciones de Marco Belinelli, Kyrylo Fesenko, Vladimir Radmanovic, Nazr Mohammed, Nate Robinson y Marquis Teague dan profundidad a un equipo compensado pero quizá algo plano de cara a encabezar una revolución y asalto al trono de los Miami Heat, actuales campeones, y de los aparentemente aspirantes oficiales, Oklahoma City Thunder y Los Ángeles Lakers. Que hayan repescado a todo un veterano como Marco Jaric tampoco es que diga mucho en favor de las opciones de Chicago de estar en lo más alto al final del año.
 
A pesar de todo, Chicago debería ser un equipo capaz de competir para entrar en los play-off y encomendarse a la vuelta de Rose como salto de calidad para poder competir con los mejores.
 
- Cleveland Cavaliers:
 
Equipo joven que ha eliminado vestigios del pasado al 100%. Byron Scott podrá dirigir un equipo sin ataduras a épocas pasadas que estará comandado por el rookie del año pasado, Kyrie Irving, acompañado de jugadores que no superan las dos o tres temporadas de experiencia en la liga, salvo pequeñas excepciones como Luke Walton y Anderson Varejao.
 
Equipo joven, inexperto por tanto, al que el futuro parece ser halagüeño pero que deberá esperar su turno para poder hacer ruido y ser tenido en cuenta. Otro año sin play-off en Ohio a la espera de que la fruta madure.
 
- Detroit Pistons:
 
Equipo en clara decadencia durante los últimos años que apenas cuenta para nada, ni siquiera por el juego que despliega. Algunos como el veteranísimo Tayshaun Prince vivieron tiempos mejores en Michigan que apenas son recordados ya. El poder anotador reside en jugadores jóvenes en los que tampoco hay depositadas demasiadas expectativas en principio y en veteranos en clara cuesta abajo (Corey Maggette).
 
La incorporación más reseñable, con un año de retraso, es la del ex del Real Madrid Kyle Singler, lo cual no invita a pensar en que los Pistons cuenten con una piedra angular para poder construir un equipo de futuro.
 
Mala temporada la que se avecina para la franquicia con claras opciones de terminar entre los peores records de la liga.
 
- Indiana Pacers:
 
Con la intención de repetir el éxito de la campaña pasada, tanto a nivel de crítica como de público, los Pacers siguen fiándolo todo a sus jugadores estrella del año pasado: Danny Granger, Roy Hibbert y David West deberían ser capaces de hacer del equipo un claro conteniente a luchar por una de las cuatro primeras plazas de la Conferencia Este.
 
Sin tener el nivel de jugadores de Miami, la experiencia de Boston o la veteranía de los Knicks, Indiana debería hacer buen papel este año y ser claro aspirante a competir con todos y por casi todo, sin caer en la urgencia de subir peldaños más deprisa de lo que él propio equipo pudiera ser capaz de digerir.
 
Veremos a los Pacers en play-off y nadie estará satisfecho en caso de tener que cruzarse con ellos.
 
- Milwaukee Bucks:
 
Con Monta Ellis y Brandon Jennings al frente, los Bucks esperan mejorar el rendimiento de cada una de las últimas temporadas en las que con mejor y peor equipo según los casos han defraudado. La adquisición de Ellis vía trade el año pasado no se dejó notar apenas en el equipo debido a lo avanzado de la temporada y es claramente visible que el backcourt de los Bucks mejorará su rendimiento.
 
Más dudas genera su frontcourt donde Samuel Dalembert, Drew Gooden y Joel Przybilla, veteranos jornaleros del tablero que darán consistencia pero de los que tampoco se debe esperar actuaciones determinantes para marcar diferencias.
 
Un año más los Bucks parecen abocados a sufrir el crudo invierno de la reconstrucción de la franquicia que parece no terminar nunca.