domingo, 12 de agosto de 2012

SUEÑO DE UNA TARDE DE VERANO

Otra plata dorada

Tarde de domingo. Agosto a toda máquina. Baño en la piscina, barbacoa, café con hielo y... No, hoy no toca siesta. Tele encendida, gin-tonics (mojitos para otros) circulan a mi alrededor. Consigo uno al vuelo. Canasta va, canasta viene... Emoción y sufrimiento.

Creemos que no. Todos. Pero ninguno perdemos la fe. Una sorpresa, una victoria, una conquista, un antes y un después. Puede ser, puede ser.


Mi sobrino se despierta y llora. Tiene hambre. Igual que los nuestros. Nudo en la garganta. Partido de infarto. Partidazo. Ellos, los otros, lo intentan pero no pueden. Se quieren marchar en el marcador, tenerlo bajo control. Pero no les dejamos. Grandísimo primer tiempo y sólo uno abajo al descanso.

Navarro se olvida del dolor y arma su fusil. Ese que tenía reservado hasta este mismo día, para este preciso momento. Modo ráfaga... ¡Qué manera de encestar!

Rudy le echa carácter o cómo prefieras llamarlo. Sobrevuela el aro yankee. Una vez más y van... Parece de los suyos, ¡qué crack!

Calderón dirige con viveza, Sergio con descaro. Con lo bueno y con lo malo. Quizá hay que mirar más el aro. Da igual, sois grandes.

Marc, partidazo. No le pueden parar. Pero se carga de faltas. Sale Ibaka y solucionado. Ninguna diferencia. Todo bajo control. 

Llull defiende como un tigre. A Bryant y a quien se le ponga por delante. Tranquilo, Sergi, todos sabemos que no se puede hacer nada más por tratar de evitar esos triples de otro mundo.

Ellos son muy buenos. Nosotros también. Ellos corren, nosotros volamos. Reboteamos, contraataque, pase, pase... ¡Triple! Vamos, vamos, que ya estamos ahí...

Y entonces apareces tú. Con fuerza y honor. Tu "4" a la espalda. Sangre y pasión. Rebote, contraataque, corres la cancha, calle central, recibes... ¡¡Mate!! Estamos ahí, no se van. ¡Que no se van! Que no pueden con nosotros. Perdóname si alguna vez dudé de ti, sólo quise que jugases siempre así... 

Lo que pudo ser y casi fue. Se nos escapan por poco. Siete puntos. 107-100. Casi lo logramos. Sólo dos ataques más, esos dos triples no encestados y aquel par de tiros libres fallados...

Pero el mundo lo ha visto. Sois grandes y de oro. Tanto como ellos. O quizá más porque ninguno de nosotros, pobres diablos, hubiéramos apostado ni un céntimo de nuestro escaso dinero por vosotros... 

Subís al podio. Pau, Rudy, Sergio, Navarro, Calderón, Felipe, Claver, San Emeterio, Llull, Marc, Ibaka y Sada. Scariolo, Orenga, Jenaro Díaz... La plata os espera. Todos nos sentimos orgullosos. Nunca ví una plata tan dorada. ¿¿No podría haber 24 oros??